domingo, 1 de diciembre de 2013

Capitulo 5


Tenía que darme prisa, en menos de 5 minutos Jorge vendría a por mí. Él, Alberto y yo habíamos quedado para ir al parque del retiro. Todavía era sábado por la tarde. Cuando oí el timbre de la puerta, salí corriendo abrirla. Un fantástico ángel estaba al otro lado de ella, con una sonrisa de oreja a oreja. Salí cerrando la puerta detrás de mí, y bajamos las escaleras entre sonrisas silenciosas. Él se volvió adelantar para abrirme la puerta, muy caballerosamente. Sonreí tímidamente. Apenas hablamos en todo el camino. Habíamos quedado con Alberto en la plaza mayor, asique, cuando salimos del metro caminamos por estrechas calles asta allí. Cuando llegamos, Alberto todavía no estaba. Me quede embobada mirando a Jorge. De repente el me cogió de la mano y salió corriendo. Yo le seguí torpemente, agarrada fuertemente a su mano. Él se paró en seco cerca de un puesto de cámaras viejas y yo me paré a su lado, jadeando.
-¿Por qué me has traído…-dije, pero me no me dejó terminar
-Pense que te gustaría, son cámaras muy antiguas-respondió sonriéndome
-Gracias, son geniales-respondí devolviéndole la sonrisa
De repente la canción de “True love” empozo a musitar en mi bolsillo, era Alberto. Descolgué.
*Llamada telefónica*
-¿Si?-dije
-Hola cariño-dijo Alberto
-Hola-respondí con pocos ánimos
-Me ha surgido un pequeño problema y no voy a poder ir- parecía preocupado
-¿Estás bien? ¿Ha pasado algo grave?-Pregunte alarmada
-No, tranquila, todo genial –intento disimular
-¿Quieres que lo cancelemos? Lo podemos hacer otro día si quieres-pregunté
-No, a Jorge le hace ilusión ir. Iros los dos- genial, pensé.
-Esta bien, pero si pasa algo me llamas-respondí
-Vale, nos vemos mañana, adiós cielo-siempre me llamaba cielo o cariño en cambio yo nunca me dirigía a el con motes cariñosos, simplemente no me salía.
-Adiós-colgué
*Fin llamada telefónica*
Genial!! Pasaré el resto de la tarde con un perfecto ángel.
-¿Pasa algo?-Jorge interrumpió mis pensamientos
-Alberto no puede venir-respondí a su pregunta
-Oh! ¿Y lo vamos a cancelar para otro día?-pregunto decepcionado
-De eso nada, yo te llevo- le dije entusiasmada
-Perfecto!-respondió Jorge con una amplia sonrisa
-Bien, pues vamos- dije encaminándome hacia una de la calles de Madrid.
Jorge me siguió. Fuimos todo el camino en silencio. De vez en cuando miraba a Jorge de reojo y lo veía sonriendo o mirando sus fotos, eso me hacia soltar pequeñas risitas.
-Es precioso!-exclamó Jorge al ver el paisaje que había delante de nosotros
-Aquí podrás hacer muy buenas fotos-le dije a modo de consejo. El solo sonrió.

Jorge se puso hacer fotos a casi todas las cosas que veía. Yo me quede embobada mirando  la gran estatua que había. De repente escuche varios “Clip” que provenían de algo cercano a mi. Cuando me giré, Jorge estaba haciéndome fotos con una amplia sonrisa en sus labios.

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